Alberto García-Alix y Ángel Haro comparten «Tiempo y Sombra»

El Museo Lázaro Galdiano acoge una exposición firmada por el fotógrafo Alberto García-Álix y el artista plástico Ángel Haro, en el que juntos abordan el tema del tiempo y la sombra. Comisariada por Begoña Torres, directora del museo, se trata de un proyecto inédito que se podrá ver desde el 25 de noviembre de 2021 hasta el 30 de enero de 2022.

La exposición es un diálogo que confronta los universos creativos de ambos artistas, con piezas que combinan distintas disciplinas: escultura, fotografía, pintura o vídeo. La idea del proyecto nace en 2004, en una conversación entre ambos creadores una noche de invierno en París. Entre las piezas que han alumbrado ambos artistas, se encuentra una instalación, esculturas y varios collages que combinan técnicas como la fotografía digital con el dibujo de tinta sobre papel.

EL ASOMBRO. Ángel Haro

Hubo un tiempo en que el tiempo era el portador de los misterios. Un tiempo, donde habitaba entre las tinieblas la materia de los temores y deseos. En ese entonces la luz era inconcreta, fluctuante y la superficie donde se posaban las sombras, irregular y orgánica. Cada algo tenía su envergadura y hasta los espectros eran tangibles, presentes físicos. Las sombras fueron durante siglos la entrada a lo imaginado y su trasiego nos proporcionó el poder de influir en el ánimo de nuestros semejantes. A ese oficio de prestado, que no acabamos de manejar sin torpeza, lo llamamos: creación y a su efecto: asombro.

Asombrar, sacar a la luz lo oculto, no es tarea fácil. Si se acaba aceptando la labor hay que faenar, a lomos de la providencia, entre el tiempo y lo oculto.

En este ahora instantáneo e instagrámeo, cualquier objeto o imagen por vasto que sea, tiene irremediablemente el formato y la textura del LCD que tenemos en nuestras manos. Creemos abreviar el tiempo necesario para acceder a hondura de los misterios pero es una simple quimera, un autoengaño. Repetimos la letanía tecnológica para no admitir que consumimos estímulos nonatos que sólo alimentan la primera mirada.

De la necesidad de volver a pasar el tiempo necesario frente a las sombras para que surja el asombro, nace este diálogo que se inició en París una noche de invierno del año 2004.

 

TIEMPO Y SOMBRA. Alberto García-Alix

Compartimos un diálogo. Nos fusionamos en un latido común y acompasado.

El tiempo asola al tiempo. Lo hace volar, lo ilumina y lo oculta.

Fondo de sombras. Naturaleza de carne y tinta. Espinas y ladrillos.

 

Un aletear de pájaros…

 

Un devenir e irse. Una recreación constante.

El tiempo como una máscara.

Lo efímero lo llevamos escrito en el rostro.

Somos salvajes enfrentados a un futuro que nos transmuta.

0 Comentarios

Lo sentimos, pero los comentarios de esta entrada están cerrados.